En incendio en Santa Marta, bomberos de Barranquilla no pudieron operar de inmediato porque no había hidrantes
Urgente, una red de hidrantes: la moraleja que deja el incendio del Mercado Público
Los bomberos de Santa Marta son conscientes de que sus recursos son limitados. Por eso, en la madrugada de este martes, cuando se encontraron con la magnitud de las llamas en el mercado de Santa Marta (en la carrera 11 entre calles 9 a la 12), no dudaron un segundo en activar las alarmas y pedir ayuda inmediata a las estaciones bomberiles de las ciudades cercanas (Ciénaga, Zona Bananera, Riohacha, Barranquilla y Cartagena).
De hecho, cuando estuvieron en la zona de la afectación las tres unidades de los bomberos que llegaron desde Barranquilla, estas se quedaron cruzadas de brazos porque cuando bajaron de las máquinas, se encontraron con que no había un solo hidrante disponible para conectarse a la red del acueducto.
Afortunadamente, gracias a la rápida gestión de las entidades que se volcaron en ayuda, se pudo disponer de carrotanques de agua que surtieron las máquinas para poder expulsar el agua a presión y hacerle frente a las llamas.
El teniente José Acuña, del cuerpo de Bomberos de Santa Marta, reconoció que esta emergencia pudo haber sido superada en menos tiempo (les tomó aproximadamente 11 horas controlar la conflagración), e hizo un llamado a la Administración Distrital para que lo que sucedió hoy sea tomadao como una moraleja para que el error no se vuelva a repetir en el futuro.
"Queremos también hacer un llamado a que la Alcaldía Distrital y Metroaguas se pongan de acuerdo para organizar en Santa Marta la red de hidrantes. Ya que como ha podido apreciar que esta emergencia, que se ha podido sofocar en menos tiempo, es porque no había agua, eso contribuyó a que el incendio se creciera", dijo el teniente Acuña.
"Se requirió que se trajeran mas de 40 carrotanques en labores conjuntas que adelantaron entre la Gobernación y la Alcaldía, así como empresas privadas como Drummond y la Sociedad Portuaria", agregó el Bombero al hacer énfasis en que las máquinas de Barranquilla no pudieron entrar en operación de inmediato.
Precisamente, una vez se superó la emergencia, el alcalde Rafael Martínez convocó a una reunión para analizar la situación presentada y, a partir de allí, tomar cartas en el asunto para que en un futuro la reacción de los Bomberos sea efectiva de manera autónoma, sin tener que contar con ayudas externas.
Esta fue una situación que, en medio de todo, contó con una respuesta efectiva que pudo representar un riesgo mayor: no hubo víctimas mortales, y eso fue una gran ganancia.